Hacia un futuro verde: los centros de datos y su búsqueda de la ecoeficiencia

Sin centros de datos no habría videoconferencias, ventas en línea, aplicaciones móviles, streaming ni servicios bancarios en línea. Indispensables en la era digital, los centros de datos son el pilar de nuestra vida digital cotidiana, ya que gestionan y almacenan una cantidad ingente de datos. Aunque no son los que más energía consumen de todos los actores del ecosistema digital, es cierto que su funcionamiento requiere un consumo energético importante, que no es neutro desde el punto de vista medioambiental. Afortunadamente, existen soluciones para reducir esta huella.

Volvamos a los fundamentos

La computación en nube ha revolucionado la forma en que empresas y particulares utilizan internet al trasladar datos, información y prácticas a la red. Sin embargo, para acceder a ellos, tienen que estar almacenados en algún sitio. Este es precisamente el papel de los centros de datos, infraestructuras dedicadas al almacenamiento, tratamiento y distribución de ingentes cantidades de datos digitales en los que podemos encontrar nuestras películas favoritas, presupuestos anuales, fotos familiares, intercambios de correo electrónico y contenidos profesionales.

Todos estos datos se almacenan, protegen y guardan en estos centros, que cuentan con servidores informáticos, sistemas de refrigeración, dispositivos de seguridad y sistemas de suministro eléctrico.

Factores de contaminación en un centro de datos

Como todas las estructuras industriales, los centros de datos consumen energía y producen calor. El consumo de electricidad se divide entre el directamente vinculado al funcionamiento de los equipos informáticos (servidores, equipos de almacenamiento y equipos de red) y el relacionado con el funcionamiento de los equipos del entorno técnico (climatización y tratamiento del aire, distribución y protección de la electricidad).

Un estudio de la asociación Négawatt destaca que el sector digital consume el 8,5 % de la electricidad del país, incluido el 2 % de los centros de datos (es decir, 10 TWh/año). Los centros de datos son, a la vez, el corazón y el sistema nervioso de la economía digital, y se han vuelto indispensables a medida que la economía se digitaliza y adopta nuevos usos. En consecuencia, su actividad requiere un suministro de energía amplio y constante, que es esencial para su funcionamiento, 2/3 de la cual siempre según la asociación se utiliza para hacer funcionar las máquinas, mientras que 1/3 sirve para eliminar el calor generado por estas.

Para darun paso más, el estudio de ADEME y ARCEP «Evaluación del impacto medioambiental de la tecnología digital en Francia y análisis prospectivo» muestra que si las elecciones tecnológicas y los patrones de consumo se mantuvieran en una tendencia equivalente a nuestro modo de vida actual, la cuota de los centros de datos tendría que pasar de alrededor del 23 % del consumo eléctrico en el sector digital a más del 42 % en el periodo 2020-2050.

La construcción de los edificios que albergan los servidores es otro factor de impacto ambiental que hay que tener en cuenta. Como todos los edificios, su construcción requiere materiales, agua y energía que generan gases de efecto invernadero. En función de su ubicación, también pueden tener un impacto en el medio ambiente local, la tierra y la biodiversidad.

Soluciones para limitar el impacto ambiental de los centros de datos

Ante estos problemas, se están desarrollando varias soluciones para reducir el impacto ambiental de los centros de datos. Estas soluciones pretenden mejorar la eficiencia energética de los centros de datos, reducir el consumo de agua, minimizar los residuos que se generan debido a su funcionamiento y fomentar el uso de fuentes de energía renovables.

·       Medición del impacto

Solo se puede actuar en función de lo que se mide. Por eso es importante reunir los datos adecuados para tomar las decisiones apropiadas. El ciclo de vida de los centros de datos exige englobar en el cálculo una amplia gama de datos, entre ellos el impacto de los materiales que se utilizan en la construcción de las infraestructuras técnicas y de los edificios, y el consumo de combustibles fósiles.

El análisis del ciclo de vida va más allá del análisis de las emisiones de gases de efecto invernadero. Tiene en cuenta 16 medidas de impacto ambiental, como el consumo de agua, la eutrofización del agua o del suelo, el agotamiento de la capa de ozono, el consumo de recursos fósiles (petróleo, gas) o minerales, etc.

·       Free cooling de los centros de datos

El funcionamiento de un centro de datos genera calor. Durante mucho tiempo, la solución preferida fue climatizar estas grandes salas. Pero esta aparente buena idea es cara y tiene un gran impacto en el consumo energético de los edificios.

Aunque el aire acondicionado no ha desaparecido por completo de los centros de datos, su uso se ha racionalizado en gran medida y han aparecido otros métodos, como el free cooling. Se trata de un método de refrigeración que utiliza aire exterior en lugar de sistemas de refrigeración mecánica. Esta técnica puede reducir considerablemente el consumo energético de los centros de datos, lo que la convierte en una solución atractiva para reducir su impacto ambiental. Cuando la temperatura exterior es lo bastante baja, se introduce aire en el centro de datos para enfriar los servidores. El aire caliente producido por los servidores se expulsa al exterior del edificio. Este proceso mantiene una temperatura óptima sin necesidad de sistemas mecánicos de refrigeración, que suelen consumir mucha energía.

Sin embargo, la eficacia del free cooling depende en gran medida de las condiciones climáticas. En regiones donde las temperaturas suelen ser altas, no siempre es una opción a tener en cuenta. Pero cuando se da la circunstancia, este sistema es una excelente forma de limitar el uso del aire acondicionado. Además, el aire caliente puede volver a introducirse en los sistemas de recuperación para calentar edificios como bloques de apartamentos, residencias de ancianos o piscinas.

·       Uso de fuentes de energía ecológicas

El uso de fuentes de energía renovables es otra solución prometedora para reducir la huella de carbono de los centros de datos. Las energías renovables, como la solar, la eólica y la hidráulica, pueden proporcionar una parte o toda la electricidad necesaria para el funcionamiento de los centros de datos, reduciendo su dependencia de los combustibles fósiles.

  • Consrucción de edificios ecorresponsables

La construcción de edificios ecorresponsables implica el uso de materiales de construcción sostenibles, un diseño arquitectónico que optimice la gestión del calor y la adopción de prácticas de construcción respetuosas con el medio ambiente. Un ejemplo de este planteamiento es el proyecto EcoDataCenter de Suecia (diseñado por tres empresas: Falu Energi, Vatten y EcoDC AB), que afirma ser el primer centro de datos del mundo con un impacto positivo en el clima. Este centro de datos funciona exclusivamente con fuentes de energía renovables y también utiliza el exceso de calor generado que generan sus operaciones para calentar los edificios circundantes. En verano, cuando suben las temperaturas, el vapor sobrante de la central eléctrica local se utiliza para hacer funcionar máquinas que mantienen los equipos del centro a temperaturas óptimas. Además, se colocan plantas en los tejados del centro de datos para ayudar a enfriarlo.

Compromiso de DATA4 para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero

Desde hace muchos años, DATA4 se ha comprometido a aplicar soluciones técnicas concretas para reducir el impacto ambiental de sus centros de datos. Dado que es importante no conformarse con las soluciones existentes, DATA4 también invierte en la realización de nuevos estudios para ir aún más lejos. He aquí algunos ejemplos concretos :

  • • Elección de tecnologías de free cooling y free chilling que utilizan aire fresco del exterior siempre que sea posible para refrigerar las salas de ordenadores.
  • • Optimización de la eficiencia de los equipos mediante la remodelación de la arquitectura eléctrica.
  • • Instalación de paneles solares en algunos de nuestros campus.
  • • Utilización de refrigerantes con un factor de emisión más bajo.
  • Uso de combustible bajo en carbono (HVO) para alimentar nuestros generadores
  • • Uso de hormigón con menor impacto ambiental para los cimientos de un nuevo centro de datos.
  • • Reducción del impacto ambiental de nuestros futuros centros de datos alargando la vida útil de las baterías y utilizando baterías de litio para sustituir las antiguas baterías de plomo.

Es a través de la innovación y el compromiso con la sostenibilidad de las infraestructuras que los operadores de los centros de datos conseguirán reducir su impacto medioambiental, teniendo en cuenta que una reducción drástica de esta huella solo puede proceder de un cambio en las prácticas digitales, ya sean personales o profesionales, hacia una mayor sobriedad.